Acropora es un género de corales de la familia Acroporidae, orden Scleractinia.
Su esqueleto es macizo y está compuesto de carbonato cálcico. Tras la muerte del coral, su esqueleto contribuye a la generación de nuevos arrecifes en la naturaleza, debido a que la acción del CO2 convierte muy lentamente su esqueleto en bicarbonato cálcico, sustancia ésta asimilable directamente por las colonias coralinas. En este sentido, las especies de este género (Acropora spp.) son las principales constructoras de arrecifes del planeta. Entre las especies de Montipora y las de Acropora, suman más del tercio del total de especies coralinas constructoras de arrecifes.
Cualquier especie de Acropora puede variar su forma de crecimiento por su localización, condiciones ambientales, edad, tamaño, estación, etc. Así pues, la forma de crecimiento de la colonia de Acropora que se pretenda identificar, puede tener o no una forma de crecimiento típica de la especie, lo cual hace muy difícil su identificación, que por lo general solo puede hacerse bajo el microscopio observando el esqueleto. Pueden crecer en alguna de las siguientes formas:
- Digitada: las colonias tienen ramas cortas, que no se dividen ni anastomosan (como los dedos de una mano).
- Hispidosa: las colonias tienen numerosas pequeñas ramas laterales que se proyectan hacia afuera de la rama principal.
- Corimbosa: las colonias consisten en ramas horizontales que se anastomosan y cortas sub-ramas verticales.
- Plato o mesa: colonias planas con un pie central o ladeado.
- Arborescente: ramas con forma de árbol.
- Caespitosa: las colonias son espesas y las ramas se anastomosan semejantemente en tres dimensiones.
- Masiva: colonias sólidas y similares en todas las dimensiones
Los pólipos de la Acropora son muy pequeños y presentan 12 tentáculos normalmente, aunque pueden tener hasta 24. Los tentáculos poseen unas células urticantes denominadas nematocistos, empleadas en la caza de presas microscópicas de plancton.
Su coloración varía según la especie y las condiciones ambientales de ésta. El color de cada espécimen se debe a la combinación del color marrón de las zooxantelas, y los pigmentos contenidos en sus tejidos. En el caso de A. digitifera y A. muricata, por ejemplo, los pigmentos proteínicos azul y rosa que presentan les son característicos